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PENSAMIENTO Y LENGUAJE

PENSAMIENTO Y LENGUAJE

PENSAMIENTO Y LENGUAJE

Las tres teorías fundamentales que responden a la pregunta de si primero está el lenguaje o el pensamiento son las siguientes:

La teoría de: "el lenguaje está antes que el pensamiento" plantea que el idioma influye o determina la capacidad mental (pensamiento). En esta corriente lingüística se encuentra Noam Chomsky para quien existe un mecanismo idiomático innato, que hace suponer que el pensamiento se desarrolla como consecuencia del desarrollo de dicho mecanismo. Chomsky piensa que todo ser humano nace con las estructuras mentales para la adquisición del lenguaje, lo cual permite que el niño procese selectivamente la información lingüística del medio y formule una gramática con la que produce su lenguaje.

La teoría de: "el pensamiento está antes que el lenguaje" subraya la relación entre el aprendizaje lingüístico y las nociones y conceptos infantiles en el desarrollo Algunos psicolingüistas creen que el lenguaje se desarrolla a partir del pensamiento y no a la inversa. El psicólogo suizo Jean Piaget,  sostiene que el lenguaje es, en gran medida, el producto del desarrollo de la acción y el pensamiento, ya que tanto la palabra como la idea son imágenes observadas y no a la inversa... Las estructuras gramaticales básicas no están presentes en las primeras expresiones verbales, sino que se desenvuelven progresivamente, de lo que los teóricos concluyen que su aprendizaje depende del desarrollo cognoscitivo previo (Bloom, 1970). Así, cada patrón particular de habla no aparecerá antes de que el niño adquiera el concepto en que se funda.

La "teoría simultánea" define que tanto el lenguaje como el pensamiento están ligados entre sí. Esta teoría fue dada a conocer ampliamente por el psicólogo ruso L.S. Vigotsky.

Pensamiento y lenguaje en Piaget

Piaget defiende que el lenguaje es una manifestación del pensamiento conceptual que se va construyendo a medida que el niño va evolucionando. El lenguaje sería posterior al pensamiento y contribuiría a la transformación del mismo, ayudando a lograr un equilibrio.

Desde esta perspectiva, un niño aprendería a hablar sólo cuando su desarrollo cognitivo ha alcanzado un determinado nivel. Según Piaget, el lenguaje es un simple reflejo del nivel de inteligencia del niño y los primeros pensamientos inteligentes del niño no pueden expresarse a través del lenguaje sino que existen únicamente como imágenes o determinadas acciones físicas. Para Piaget el pensamiento se produce partiendo de la acción.

Piaget indica que el grado de asimilación del lenguaje por parte del niño y también el grado de significación y utilidad que reporte el lenguaje a su actividad mental, depende hasta cierto punto de las acciones mentales que desempeñe.

Pensamiento y lenguaje según Vigotsky:

Vigotsky considera que en el desarrollo infantil existe una fase prelingüística en el pensamiento y una fase preintelectual en el lenguaje. Para este autor, el vínculo que une pensamiento y lenguaje es primario y además se origina, cambia y crece en el curso de su evolución. Siendo esta relación continúa que va de la palabra al pensamiento y, a su vez, del pensamiento a la palabra.

Para Vigotsky, lenguaje y pensamiento son dos cosas diferentes. Ambos se desarrollan en un proceso propio y confluyen en un momento determinado. Por tanto, la relación entre pensamiento y palabra no es constante e inmutable, es una relación dinámica. El pensamiento nace a través de las palabras, una palabra sin pensamiento es una cosa muerta y un pensamiento desprovisto de palabras permanecerá en la sombra. Para Vigotsky el habla es, fundamentalmente, un producto social. Vigotsky afirma que el lenguaje es un mecanismo del pensamiento y quizá la herramienta mental más importante. Es el medio por el que la información ha pasado de una generación a otra.

 "En el principio no fue la palabra sino la acción. La palabra es el fin del desarrollo coronando los hechos". ”Una palabra sin pensamiento es cosa muerta y un pensamiento desprovisto de palabras permanece en la sombra”.

La relación entre pensamiento y palabra no es un hecho, sino un proceso, un continuo ir y venir del pensamiento a la palabra y de la palabra al pensamiento.

Sostiene que en los niños el pensamiento surge al comienzo, independientemente del lenguaje. Hacia los 2 años de edad las dos curvas del pensamiento y del lenguaje, que han estado separadas, se juntan para volverse a separar, esta vez con una forma de comportamiento: el pensamiento se hace más verbal y el habla más racional.

Vigotsky distingue 2 planos dentro del habla: el interno (semántica), y el externo (fonología). Distingue una fase prelingüística en el desarrollo del pensamiento y una fase preintelectual en el desarrollo del habla.

Otros autores

Petrovsky liga el lenguaje a la memoria: para él "...la verdadera memoria humana se apoya más frecuentemente en el lenguaje que en otras formas de intermediación. En igual medida se realiza la percepción con la ayuda de la actividad lingüística".

R. Luria, sostiene que el habla es un factor importante en el desarrollo de las estructuras y en la formación de los conceptos. Sigue la tesis de Vigotsky al afirmar que el lenguaje juega un papel fundamental en el desarrollo intelectual. Según este autor, la función principal del lenguaje es la generalización, que hace posible la adquisición de las experiencias de las generaciones anteriores. Aunque también es la base del pensamiento, permitiéndole al niño organizar su percepción, la memoria, reflexionar sobre los objetos, deducir conclusiones de sus propias observaciones,... desarrollando todas las potencialidades del pensamiento.

Sapir-Whorf : Hipótesis del Determinismo Lingüístico: el lenguaje que habla una persona, modula y determina su forma de pensar. Los autores afirman que cuando los niños aprenden su idioma nativo, aprenden también una visión concreta del mundo, una determinada forma de ver el mundo.

A fines del siglo XIX y principios del XX Se obtuvo la idea de que la lengua que habla una persona determina la forma en que percibe y conceptualiza el mundo, esto se conoce como la hipótesis de Whorf, propuesta por Benjamín Whorf (1940), quien fue uno de los primeros defensores de la relatividad lingüística.

Existen numerosas pruebas de que la forma en que la describimos las cosas puede afectar la forma en que las percibimos, las recordamos o pensamos sobre ellas.

Las raíces genéticas del lenguaje y el pensamiento.

El hecho principal que encontramos en el análisis genético del lenguaje y el pensamiento es que la relación entre ambos procesos no es constante a lo largo de su desarrollo, sino variable. Esta relación cambia durante el proceso del desarrollo, tanto en cantidad como en calidad. Por lo tanto, la evolución del lenguaje y el pensamiento no es paralela ni uniforme.

El lenguaje y el pensamiento proceden de raíces genéticas independientes. Este hecho ha quedado demostrado consistentemente por toda una serie de investigaciones en el dominio de la psicología animal. Ambas funciones no sólo tienen raíces diferentes; su desarrollo, además, sigue líneas distintas. Las investigaciones sobre el intelecto y el lenguaje de los primates, especialmente las de Köhler (1921) tiene un valor decisivo para revelar este hecho trascendental.

Los experimentos de Köhler ofrecen una demostración patente de que los rudimentos del intelecto, es decir, del pensamiento propiamente dicho, surgen en los animales con independencia del desarrollo del lenguaje y sin relación alguna con sus logros. Las invenciones de los monos en la preparación y uso de instrumentos o en el empleo de vías indirectas (rodeos) durante la resolución de diferentes tareas, constituyen indudablemente una fase inicial en el desarrollo del pensamiento, pero una fase prelingüística.

Según el propio Köhler, la principal conclusión del conjunto de sus investigaciones consiste en haber demostrado que el chimpancé manifiesta rudimentos de un comportamiento intelectual similar al del hombre. La ausencia de lenguaje y lo limitado de la huella estimular (las representaciones) son las principales razones de la enorme diferencia existente entre el primate y el hombre más primitivo. Köhler dice: "la falta de una herramienta tan infinitamente valiosa (el lenguaje) y las limitaciones del importantísimo material intelectual básico, las denominadas representaciones, explican por qué al chimpancé le resultan inaccesibles incluso los rudimentos elementales del desarrollo cultural”. “en los primates se manifiesta una inteligencia parecida a la humana en ausencia de un lenguaje más o menos comparable al humano, luego las operaciones intelectuales son independientes del lenguaje”.

A lo largo del tiempo se han obtenido pruebas experimentales objetivas de que el pensamiento del niño atraviesa en su desarrollo una fase prelingüística.

Por lo general, el lenguaje infantil ha sido considerado como una forma de comportamiento predominantemente emocional en una primera fase de su desarrollo.

El momento a partir del cual el lenguaje se hace intelectual y el pensamiento se hace verbal, se reconoce por dos rasgos:

1.el niño en el que se ha producido este cambio comienza a ampliar activamente su vocabulario, su repertorio léxico, preguntando cómo se llama cada cosa nueva. (Función simbólica).

2. aumento extraordinariamente rápido del número de palabras que domina el niño, ampliando más y más su vocabulario. (Rasgo consecuencia del primero).

Conclusiones

Los seres humanos poseemos una capacidad innata para aprender el lenguaje, pero el desarrollo y formación del lenguaje sólo será posible si existe un entorno social en torno al niño, que le brinde el adecuado input lingüístico para que éste, de modo activo, construya progresivamente su lenguaje. La adquisición del lenguaje como función cognitiva superior, tiene lugar dentro de un contexto interactivo, en íntima relación con la estimulación social recibida. A su vez, el lenguaje condiciona la evolución del pensamiento infantil. Lenguaje y pensamiento se implican mutuamente.

 

1 comentario

rockngol -

Este articulo esta bien,nos gusta y nos parece interesante.